viernes, 5 de diciembre de 2014

Los perros y la pólvora





En estos días que los fuegos artificiales son muy comunes, es importante saber algunas cosas con respecto a nuestros perros.

En primer lugar un perro seguro de sí mismo, con confianza y con una correcta interacción social no debería de reaccionar de mala manera a estos sonidos, pero si así lo hiciera acá les dejamos algunos consejos:

1. Nunca toque o acaricie a un perro asustado. Esto sólamente estará reforzando ese comportamiento y el perro aprenderá que la conducta adecuada ante esos estímulos es asustarse, y cada vez le tendrá más miedo.

2. No sienta pena o lástima, en ese caso su perro entenderá que entonces sí hay razón para asustarse.

3. Póngale su correa, sáquelo a pasear, distráigalo, póngalo a trabajar mentalmente. Esto hará que se le olvide el miedo y piense en cosas positivas y agradables, y poco a poco vaya ignorando el sonido.

4. Juegue con él, dele premios, haga de la situación una experiencia agradable para él... así aprenderá que cuando suene la pólvora no significa nada malo, sino todo lo contrario, el momento de jugar y divertirse.

miércoles, 29 de octubre de 2014

REFLEXIÓN





Este oficio, esta profesión, como cualquier otra, no se aprende en cincuenta horas ni en una semana, ni viendo videos en internet. Requiere, como cualquier otra, esfuerzo, dedicación, tiempo, pasión, estudio y experiencia. Y como cualquier otra también merece ser respetada, para así poder brindar un servicio de calidad y honestidad.

Uno no lleva el carro a reparar donde alguien solo porque tiene un vehículo y porque no se pierde ningún capítulo de Top Gear. Uno no lleva a los hijos al preescolar, (por más “me gusta” que tenga en facebook) a un lugar donde la maestra dice que aprendió su labor enseñándole al sobrino a contar con paletas de helado. Uno no va a un sastre que dice que únicamente sabe hacer pantalones de talla 30 porque solo ese molde aprendió.

Es necesario, cuando se contrata un servicio, asegurarnos que el profesional sea un profesional, que haga un diagnóstico antes de aplicar un método, y que nos ofrezca un trabajo ético y honrado.

Nosotros en EDUCANES sabemos y entendemos que los perritos que educamos son parte de las familias, pero además, tenemos muy claro que cada perrito que llega a nuestras manos es una oportunidad de seguir creciendo como profesionales y como seres humanos, que cada cola amable que se mueve es la lección de un nuevo maestro, que nosotros más que enseñar estamos dispuestos a aprender de esos seres maravillosos, llenos de bondad, de cariño, de fidelidad, de principios que el ser humano a veces parece olvidar…

Y no podemos dejar de  agradecerle a ellos, a los perros, todas los aprendizajes que día a día nos regalan, todas las sonrisas que nos sacan, todas las caricias que mutuamente nos damos, y por acercarnos siempre a esa parte esencial del ser humano que nos hemos empeñado a desligarnos: la naturaleza. Nos enseñan a no olvidar que somos parte de algo extraordinario que ha durado millones de años para existir, y que gracias a esa impresionante y mágica simbiosis que hacemos con los perros nos acerca a nosotros mismos, a nuestro origen, a nuestra naturaleza como seres vivos.

Gracias perros por el trabajo, gracias por explicarnos que para ustedes la palabra "siempre" significa siempre, que el amor significa amor. Gracias hermanos perros porque por ustedes aprendemos, nos esforzamos, nos profesionalizamos, y respetamos nuestra labor.

Alejandro Cordero.
Educanes.

miércoles, 27 de agosto de 2014

¡Dejémoslos ser perros!





La vida en la ciudad y el desarrollo urbanístico en nuestras provincias y cantones ha generado cambios en la convivencia con nuestros perros, estos se han convertido en un miembro más de muchas familias. Por eso es necesario adquirir para la sana convivencia en la sociedad, buenas bases educativas, de higiene, de responsabilidad, y de salud pública.
Esto con respecto al bienestar humano. Pero ¿Qué hay del bienestar físico y mental de los perros?

También esa convivencia urbana ha generado serios problemas a nuestros perros, que pasaron de ser compañeros de campo, aliados en el trabajo y la cacería, guardianes de nuestras propiedades, a ser algo más que peluches, algo más que un elemento de ornamento, y en muchos casos hasta un objeto de lujo y de presunción de clase.
Hemos olvidado, o mucha gente quiere olvidarse a la fuerza, de que esos compañeros peludos son una especie que tiene sus propias necesidades y que son muy diferentes a las nuestras.
Para empezar, si tenemos un compañero canino debemos saber que, independientemente de su raza, necesita ejercicio físico y mental, necesita salir en un paseo estructurado, necesita reglas y límites para convivir en casa, y sobre todo: Necesita ser perro.
No hay excusas, ninguna válida, para que no cumplamos todo lo anteriormente citado.
Constantemente nos encontramos con perros con serios problemas de comportamiento, inseguridad, fobias, ausencia de socialización, agresión, incapacidad para interactuar con otros de su especie, etc. Y todos estos problemas, entre otras causas, tienen su origen en la humanización que hemos hecho de nuestros leales amigos caninos.
¿Cuántas veces hemos escuchado expresiones refiriéndose a los perros como: “Él es mi hijo de cuatro patas”, “mi bebé”, “soy una mamá realizada” y otras más por el estilo? ¿Les hemos preguntado a los perros si ellos se sienten cómodos con esas definiciones? ¿Realmente necesitan los perros que les compren vestidos, gorras, y anteojos?

¿Qué buscamos al humanizar a un perro? ¿Estamos consientes del daño psicológico que le hacemos a nuestros peludos amigos?
Poco a poco les hemos quitado a nuestros perros el derecho ontológico a ser, la necesidad de ser ellos mismos, hemos irrespetado a su especie queriendo que cada día más se parezcan a nosotros. Desde nuestra muy arraigada visión antropocéntrica creemos que somos una especie digna de mimetización…
Y no quisiera meterme en campos de la psicología humana que no me corresponden, pero ¿Por qué lo hacemos? ¿Estamos tratando de llenar las carencias afectivas del perro o de nuestro propio ego? ¿Buscamos la felicidad de nuestro perro o la nuestra? ¿Será que también nuestro perro cubre las necesidades de nuestro ego al ser alguien que nos necesita y nunca se resiste a nuestro cariño? Posiblemente. Y probablemente en nuestra época posmoderna hayamos cambiado las funciones del perro en beneficio del ser humano a otras más psicológicas. Quizá buscamos en nuestro perro cubrir la necesidad de dar afecto a otro ser… Son preguntas para algún estudio psicológico y científico que alguien debería realizar, quizá un buen tema para una tesis, ahí les dejamos a los profesionales en el campo la inquietud.

La pregunta es si realmente estamos conscientes de lo que le estamos haciendo a nuestros perros… Si observamos con atención, nos daremos cuenta de que los perros que viven en el campo, en áreas grandes, donde son perros y no hijos, esos canes raramente tienen problemas de comportamiento, perros que no le tienen miedo a convivir con más animales, que no viven temblando las 24 horas, perros seguros de sí mismos, confiados, en armonía… ciertamente quizá no tan bien cuidados físicamente como sus primos de la ciudad, pero mentalmente saludables, y probablemente, mucho más felices. ¿Por qué entonces no podemos hacer un equilibrio entre el bienestar físico y mental de nuestros perros?

Estamos seguros de que la gente que humaniza a sus peludos amigos no lo hace con malas intenciones. De hecho lo hacen con las mejores intenciones y tratando de ser buenos “padres”, pero como dice el viejo refrán: “El camino al infierno está hecho de buenas intenciones.” 

Es hasta paradójico que en las últimas multitudinarias marchas contra el maltrato animal, a esas horas cercanas al medio día, sea donde más perros se vean con vestidos, bufandas, perros en brazos cobijados cual recién nacidos, y en cochecitos de bebé con sombreros… ¿Acaso no es maltrato animal tratar a una especie como si fuera otra? ¿No les parece una falta de respeto a la madre naturaleza?

Es verdad que la simbiosis entre el ser humano y el perro es maravillosa, quizá hasta nos haya ayudado a nosotros como especie a evolucionar a lo que ahora somos, y es cierto que por ello nuestro amor a los perros es grande y hasta los hemos elevado al rango de “nuestros mejores amigos”, porque sin duda durante cerca de 15 000 años lo han sido… Pero entonces, ¿Por qué no empezamos a expresarles nuestro agradecimiento y amor respetándolos como especie, respetándolos por lo que son?

¿Por qué insistimos en tratarlos como lobos algunas veces y en otras como bebés humanos?

Hay que tenerlo claro, y así empezaremos a que nuestra relación sea de respeto mutuo y agradecimiento, ellos no son ni lobos, ni son bebés humanos. Son perros, canis lupus familiaris… Y los hemos llegado a amar durante muchos periodos de nuestra evolución por ser lo que son: perros.  

Es hora de empezar a agradecer a la naturaleza la maravillosa y perfecta simbiosis con los perros de la que nos ha hecho partícipes.

Tratemos a nuestros perritos por lo que son, y tratarlos como perros no significa de ningún modo tratarlos mal, todo lo contrario, significa respetarlos y amarlos por sus características maravillosas que la naturaleza les ha dado, por su lealtad insuperable, por su ternura, por su valor, por su capacidad para trabajar, por su desbordante deseo de complacernos.

Eduquémoslos, amémoslos, démosles un trabajo donde se sientan realizados y dignos, pero sobre todo, dejémoslos ser perros, es lo mejor que saben hacer.



Alejandro Cordero.
EDUCANES.

sábado, 2 de agosto de 2014

Decálogo de las enseñanzas de los perros




Generalmente dedicamos tiempo y esfuerzo en enseñarle cosas a nuestros perros, desde enseñarles a “ir al baño” en los lugares correctos, hasta trucos sorprendentes. Pero poco nos hemos puesto a meditar sobre las múltiples enseñanzas que ellos nos regalan a nosotros.

Por eso hemos decidido hacer un decálogo de algunas cuantas de esas hermosas enseñanzas. Acá les va:

1. Lealtad. Según el diccionario de la Real Academia Española en su segunda acepción, lealtad es “amor o gratitud que muestran al hombre algunos animales, como el perro y el caballo.” En lo que se equivoca el diccionario es que dichos animales no nos muestran amor y gratitud, sino que nos enseñan lo que significan esas palabras.
2. La palabra “siempre”, significa siempre. Parece que nuestros perros han estudiado, a lo largo de los miles de años que llevan acompañándonos, nuestro vocabulario mejor que muchos de nosotros.

3. No importa lo aburrido, agotador, y miserable que haya estado tu día, siempre hay energía y tiempo para alegrarse al ver a tus seres queridos.

4. No necesitamos el juguete más nuevo, ni el más caro para divertirnos. A veces basta con la imaginación, la creatividad, y la alegría de las cosas simples.

5. Nunca, nunca, debemos de perder nuestra capacidad de asombro. Como si el día y la cotidianeidad fueran un regalo de navidad en nuestra infancia.
6. No importa la edad que tengamos, si alguien nos invita a jugar, debemos hacerlo como cachorros eternos.
7. No hay nada mejor que ser quien soy y que me amen tal cual, con todas mis mañas y mis virtudes.
8. Nunca hay un trauma, un problema o un obstáculo que no se pueda superar. Basta con levantar la nariz, y mirar hacia adelante.
9. La felicidad no tiene olor, no se detecta. Pero hay que moverse libremente para sentirla.
10. Carpe diem. Vive el momento. Es lo único que existe plenamente, y siempre hay que moverle la cola a la vida.

Me encanta enseñar a los perros, en múltiples circunstancias he dicho que es el mejor trabajo del mundo, pero lo que más me gusta de mi labor, lo que más me motiva de tener un perro, es poder apreciar y agradecer por las enseñanzas resultantes de tan maravillosa simbiosis… ¡Gracias perros!


Alejandro Cordero
EDUCANES

domingo, 27 de julio de 2014

Domingos de natación



Los esperamos todos los domingos a partir de las 10 de la mañana y hasta las 12 mediodía, para que disfruten de nuestras instalaciones.

Contamos con dos hermosos lagos donde podrán ejercitar a sus perros nadadores, jugar con ellos, y muchas cosas más.

Recuerde reservar su espacio cada semana.


miércoles, 26 de febrero de 2014

Clases grupales de Educanes



Nuestros entrenamientos en grupo son actividades de esparcimiento y diversión, en donde los dueños pueden pasar un buen tiempo con sus perros a la vez que comparten con otras personas y otros perros.

Son clases recreativas en donde damos las herramientas necesarias para que cada persona trabaje con su perro y avance según sus capacidades y el tiempo que le dedique a su mascota. Así logramos trabajar la interacción social de los perros, y además, con actividades lúdicas los enfrentamos a situaciones de la vida cotidiana y les enseñamos cómo superar esos obstáculos y situaciones de la vida diaria.

Contáctenos y pregunte sobre nuestro próximo curso, le garantizamos que pasará un lindo tiempo en compañía de su amigo peludo.

martes, 25 de febrero de 2014

Camine tranquilamente con su perro





Una de las cosas que los dueños más se quejan y más ponen como excusa para no sacar a caminar a su perro es que el mismo no deja de tirar de la correa, orina por todo lado, se detiene  cada 20 metros y se distrae con otros perros y personas.

Bien, pues la caminata con su perro no solamente es un ejercicio físico sino que es un ejercicio mental muy importante que nos ayuda a mantener el perro balanceado, tranquilo, disciplinado, con una correcta interacción social, a la vez que creamos un vínculo necesario con él.

Es importante que nuestro perro aprenda a caminar adecuadamente con la correa, caminando al lado de su dueño sin adelantarse, con su nariz arriba, y atento a su guía. Nunca debemos sacar a caminar un perro en estado ansioso, es lo primero que debemos trabajar con él antes de ponerle la correa y antes de salir de casa.

Si su perro aprenda a caminar correctamente será un paseo agradable para ambos, y podrá disfrutar cada día más la compañía de su mejor amigo.

¡Anímese, nunca es tarde!